La Ruta del Cister

La Ruta del Císter recorre los tres grandes monasterios cistercienses de Cataluña, un legado espiritual, arquitectónico y cultural que nació en el siglo XII bajo la protección de la Corona de Aragón. A través de sus muros, cada monasterio cuenta una historia única de fe, arte y tradición que perdura hasta nuestros días.

Monasterios de la Ruta del Císter

Real Monasterio de Santa María de Poblet

Poblet, es el Monasterio más grande de la Ruta del Cister. Detrás de sus muros habita la comunidad masculina de monjes cistercienses más grande de Europa.

Fundado en 1150, vivió su esplendor en el s.XIV cuando se convirtió en el panteón real de los Reyes de Aragón y Condes de Barcelona, aunque su importante influencia se mantuvo viva en el principado durante siglos.

El Monasterio de Poblet guarda una de las joyas de la arquitectura religiosa más importante del país, como lo constata el hecho que al 1991 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Real Monasterio de Santes Creus

Santes Creus, de los tres monasterios cistercienses, es el que reproduce con más fidelidad la idea arquitectónica de cómo debían ser los monasterios de la orden.

Fundado en 1158, pasó por diversas etapas gloriosas siendo también durante un breve tiempo panteón real en el s.XIV. En 1835 se produjo la exclaustración definitiva de los monjes, siendo este recinto el único de la ruta que no tiene vida monástica, lo que permite explorar cada rincón de este recinto.

Un lugar ideal para comprender la Orden del Cister, con ayuda de un audiovisual que enriquece la experiencia.

Monasterio de Santa Maria de Vallbona

Vallbona, es el único monasterio femenino de la ruta, con más de 800 años de vida monástica ininterrumpida.

El origen del monasterio data de 1153, y durante la edad media se convirtió en lugar de reclusión de las hijas de la nobleza más importante del principado, tal como lo demuestra el hecho que en el templo está enterrada la reina más conocida de la corona catalana, Violant de Hungría.

Su reducido tamaño le da una belleza singular, destacada por sus cimborrios góticos, y su hospedería que permite a los visitantes disfrutar de la tranquilidad del lugar.

Lugares cercanos para complementar tu visita

Montblanc

Es una de las villas más pintorescas de Cataluña gracias a su recinto amurallado de 1.500 metros que se levanta sobre un cerro y a los tesoros que guarda en su interior. Detrás de sus muros podemos disfrutar de un paseo a través de sus calles y plazas que nos llevarán hasta la edad media.

Según la tradición fue aquí donde Sant Jordi, patrón de Cataluña, mató al dragón y salvó a la princesa, obsequiandola con una rosa surgida de la sangre de la bestia fiera muerta. Este hecho es recordado cada 23 de abril con una gran representación.

Valls

La población de Valls es conocida por ser la cuna de dos grandes tradiciones catalanas: una gastronómica y otra folclórica.

Por la banda culinaria, tenemos las calçotadas: una clase de cebolla tierna, blanca y alargada que va acompañada de una salsa de romesco, una experiencia popular muy recomendable.

Por otro lado, Valls es la cuna dels Castells, conocidas también como torres humanas, una tradición que en el 2010 fue declarada por la UNESCO Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Por ello, es una visita recomendable el Museu Casteller de Catalunya, una experiencia museográfica que permite al visitante revivir los sentimientos de este fenómeno que mueve a tanta gente desde hace más de 200 años.

Información importante

  • Los itinerarios son orientativos y se pueden adaptar según el tiempo, grupo e intereses.
  • Las entradas no están incluidas.
  • Para más información o tarifas, contáctanos por correo electrónico o teléfono.
  • También podemos asesorarte con servicios adicionales como restaurantes, entradas y transporte.
Ir al contenido